domingo, 4 de noviembre de 2007

Los niños del pueblo viven su noche de Halloween



La costumbre anglosajona de celebrar la noche del treinta y uno de octubre con fiestas en las que los asistentes acuden ataviados con disfraces relacionados con lo referente a la muerte y al terror, la tan conocida noche de 'Halloween' va cobrando cierto protagonismo también aquí en Puerto Hurraco.

Así, la pasada noche, los niños (y algunas no tan niñas) del pueblo, vestidos para la ocasión, recorrieron las calles recitando poemas en los que se pedían golosinas; si alguien osaba no darles su parte correspondiente de dulces, amenazaban con gastar alguna broma, como manda la tradición: el 'treack or treat' (truco o trato) que forma parte del ritual de este día.
La historia del Halloween se remonta a hace más de 2.500 años, cuando el año celta terminaba al final del verano, precisamente el día 31 de octubre de nuestro calendario. El ganado era llevado de los prados a los establos para el invierno. Ese último día, se suponía que los espíritus podían salir de los cementerios y apoderarse de los cuerpos de los vivos para resucitar. Para evitarlo, los poblados celtas ensuciaban las casas y las "decoraban" con huesos, calaveras y demás cosas desagradables, de forma que los muertos pasaran de largo asustados. De ahí viene la tradición de decorar con motivos siniestros las casas en la actual víspera de todos los santos y también los disfraces.