sábado, 27 de octubre de 2007

La buena voluntad de algunos vecinos encala los muros de nuestro cementerio



La convocatoria estaba clara: sábado día veintiséis de octubre a las nueve y media de la mañana. La misión, encalar las paredes del cementerio pues su estado venía pidiendo a gritos unas manitas de pintura. Sin embargo, no han sido muchos los que, definitivamente, han optado por colaborar en esta iniciativa. No obstante, nos han demostrado a todos que con ganas e ilusión se puede lograr un resultado tan digno o más que otros cualquiera y que ese mismo camposanto que iremos a engalanar la semana próxima, ante la festividad de los difuntos, ya luce con un resplandor especial gracias a la buena voluntad de los vecinos, voluntad que, aunque escaseando, sigue sorprendiéndonos de cuando en cuando.